En un mar de historias

diumenge, 12 d’abril del 2015

Unos meses después...

Hola amigos y amigas,
Unos meses después retomo éste espacio de historietas, aventuras y tiempo vivido.
Siento haber estado unos meses ausente, no he dejado de pensar en escribir y contaros mis historias, pero he estado con competiciones y estudiando para el curso de Entrenador Superior de Natación. Ahora con un poco más de tiempo, os sigo contando.

No hace mucho me he encontrado con ésta foto, un foto que puede decir mucho o nada a la vez. Mi abuela, mi madre y yo. Un campeonato de verano, seguro, posiblemente en Tarragona o en Reus, casi seguro quedé Subcampeona de España en 800 libres. No os puedo decir con exactitud donde era ni el año, pero debe ser en el 1994 o 1995. Puede que alguien me ayude a saber el año y el lugar...

No he elegido la foto por el lugar ni el año. Evidentemente han pasado unos cuantos años, mi cuerpo, mi cara y mis gafas dan fe, mi bañador y toalla no tanto. Si busco en el baúl de los recuerdos, entre mis bañadores podría llegar a encontrarlo, fanática de guardar todos y cada uno de ellos, aunque del cloro ya estén intocables. La toalla lamentablemente, hace un par de años me la dejé en el vestuario de la piscina y desapareció, una pena, ya que me encantaba esa toalla, olía a cloro, a humedad, por mucho que la lavaras tenia olor propio. Me acompañaba siempre en cada competición, era mi toalla, me secaba de una manera especial fuera cual fuese mi resultado.
Con mi gesto os puedo decir que no se si me habrá ido como yo esperaba, no sonrío demasiado, la postura de mi brazo y cadera, me dice que debía tener unos doce o trece años, nada de músculo, nada de grasa, simplemente una adolescente que empezaba a sentir algo en la piscina, pruebas de 200, 400 y 800 libres, 200 y 400 estilos, Nada sabía en ese momento de las aguas abiertas.

Mis gafas, de pasta, grandes y desactualizadas, ahora pasarían desapercibidas, ya que se lleva todo, pero recuerdo que no me gustaba nada llevarlas.
Mi abuela, había sabido acompañarme junto a mi abuelo en mis inicios, en mis primeros cursillos, también en algunas competiciones, les gustaba ver a su nieta crecer en el mundo del deporte.
Mi madre, una genia, me seguía a todas partes, supo hacer de delegada del equipo en varias ocasiones, le gustaba estar en las competiciones y valorar todo.
Divinas las dos con bañadores de la época y peinados acorde.

Poco más que deciros, una foto vieja, con mucha luz, mucho color y mucha historia.
Me encanta volver a reencontrarme sobre estas lineas.
Espero que lo disfrutéis!!
Abrazo!